Por Jeimy Julieth Bula Turizo on Martes, 29 Junio 2021
Categoría: Nuestras Voces

Cambiemos el trabajo por la educación. Si a la prevención y erradicación del trabajo infantil

En los mercados públicos de Latinoamérica es frecuente encontrar historias de niños, niñas y adolescentes que han dejado de cargar un morral lleno de libros, para alzar una caja de frutas y verduras. No se escuchan sus risas, ni tampoco se ven corriendo de un lado a otro. Por el contrario, solo tristeza y desesperanza es lo que reflejan sus miradas.

Hay narrativas de superación que logran impactar positivamente la vida de una comunidad. Tal es el caso de Beliza Coro Guairacaja, una niña perteneciente a una comunidad indígena ecuatoriana dedicada a la agricultura y a la cría de animales domésticos.

Sus días empezaban desde la madrugada, cuando el sol apenas se asomaba. A su corta edad le tocó defenderse en los mercados mayoristas, donde podía encontrar verduras a mejores precios y así venderlas.

Su realidad no era alentadora, compartía la vivienda con muchas personas. “En el lugar donde vivía, los que trabajan por la noche, tenían que desocupar la cama para que los que laboramos en el día pudiéramos descansar”, afirma Beliza.

Sus días transcurrían en el mercado, limpiando cebollas y otro tipo de vegetales. En su corazón siempre supo que si seguía ese estilo de vida lo único que le esperaba era violencia y tristezas. Esta es la misma realidad de al menos unos 6 millones de menores de edad que sufren explotación laboral en América Latina, según cifras del 2020 de la OIT[1].

Beliza, se sentía perdida y confundida al ver cómo otros niños iban a la escuela. “¿Por qué tengo en mis manos cebollas y tomates?” ¿Por qué no tengo una mochila y un uniforme?, se preguntaba.

Quizá, ese interrogante lo tienen millones de niños que viven esa situación. Ellos están en todas partes, pero son invisibles. Muchas veces son escondidos o alejados de la vista del público. Son sometidos a jornadas extenuantes de trabajo, a maltrato físico, a una pésima remuneración, mala alimentación, y lo que es más grave; a renunciar a sus sueños. A esto se le suma que pueden ser víctimas de trata de personas, de esclavitud, de prostitución, pornografía o reclutados como niños reclutados por organizaciones armadas, según reseña la UNICEF[2].

En Colombia, para el trimestre de octubre a diciembre del 2020, en el total de la población de 5 a 17 años que trabajó fue de 523 mil niños, 63 mil menos que el mismo periodo del año anterior. En las principales ciudades reportaron 242 mil y en los centros poblados y rurales la población reportada fue 281 mil. El 69,1% de los menores de edad que trabajaron correspondió a hombres y el 30,9% a mujeres, según cifras del DANE[3].

Así como Telefónica el sector privado sigue comprometido con la lucha contra el trabajo infantil, y justamente en Colombia existe una iniciativa llamada ‘La Red Colombia contra el Trabajo Infantil’, que nace de la transformación de la Mesa del Principio 5 de Pacto Global. La Red se creó en el marco de una alianza público privada cuyo objetivo es contribuir a la prevención y erradicación del trabajo infantil y de sus peores formas en las empresas, sus cadenas de suministro y sus áreas de influencia. Además, busca proteger a los adolescentes trabajadores en régimen de protección especial. Es liderada por el Ministerio del Trabajo y Pacto Global Red Colombia’[4].

Así como los espacios creados en esta Red, solo bastó con que abrieran una puerta para que la vida de Beliza cambiara. Hoy, se desempeña como asesora legal del Grupo Telefónica, en Madrid; embajadora One Young World (OYW). Después de años de estudio y culminar con éxito su carrera universitaria y estudios de maestría en España pudo decir que lo logró.

“Después de años de formación académica y profesional en España, para mí es un honor asumir esta Responsabilidad Regional que me permite contribuir al desarrollo social y económico no solo de mi país, Ecuador, sino de América Latina. Creo firmemente en la reciprocidad, devolver con acciones parte de lo que la vida me ha dado, por esa razón tengo la enorme responsabilidad de liderar proyectos de Innovación Sostenible con gran impacto, como Internet para Todos que tiene como objetivo conectar a los más de 100 millones de personas que no tienen acceso a Internet en los distintos países de América Latina y reducir la brecha digital, especialmente en las zonas rurales; y así fomentar la inclusión digital - tema que se ha vuelto aún más relevante durante la pandemia-. Internet para Todos ya es una realidad en el Perú pero tengo la ilusión de llevar este proyecto innovador y disruptivo, junto al equipo de Telefónica Hispanoamérica, a otros países de la región como Colombia y Ecuador.” Beliza Coro.

Ella nunca se ha avergonzado de sus raíces, al contrario, expresa que en su comunidad aprendió los valores más importantes que puede tener una persona. Entendió que con la ayuda de los demás se puede salir adelante y abolir el trabajo infantil. Ahora, convertida en una respetada abogada, que sigue luciendo los bordados tradiciones en honor a la Pachamama, dice que su mayor ilusión es impulsar proyectos sociales de la mano del derecho.

El mundo necesita más ‘Belizas’, pero también organizaciones y entidades dispuestas a transformar la realidad de estos niños a través de iniciativas que permitan el acceso a la educación.

Esta crónica está basada en una historia real, fuente: Movistar - Colombia.

[1] https://bit.ly/3ir2Y0t
[2] https://bit.ly/3isT26D
[3] https://bit.ly/3w8D6dJ
[4] https://bit.ly/3ct03Ak
[5] https://bit.ly/3isT26D


La opinión expresada en esta entrada de blog es de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Pacto Global Red Colombia.

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