Principio Tres

Las empresas deben defender la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

¿Qué significa eso?

La libertad de asociación implica el respeto al derecho de todos los empleadores y de todos los trabajadores a constituir y afiliarse libre y voluntariamente a grupos para la promoción y defensa de sus intereses profesionales. Tanto los trabajadores como los empleadores tienen derecho a constituir, afiliarse y dirigir sus propias organizaciones sin injerencia del Estado o de cualquier otra entidad. Todos, incluidos los empleadores, tienen derecho a la libertad de expresión y opinión, incluso sobre el tema de los sindicatos, siempre que el ejercicio de este derecho no infrinja el derecho del trabajador a la libertad de asociación. Como iniciativa voluntaria, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas no exige ni puede exigir que los empleadores adopten o expresen una opinión particular. Para poder tomar una decisión libre, los trabajadores necesitan un clima libre de violencia, presión, miedo y amenazas.

"Asociación" incluye actividades de formación de reglas, administración y elección de representantes. La libertad de asociación implica que los representantes de los empleadores, sindicatos y otros trabajadores discutan libremente los asuntos en el trabajo para llegar a acuerdos que sean aceptables para todos. Estas libertades también permiten que los trabajadores y las organizaciones emprendan acciones laborales en defensa de sus intereses económicos y sociales.

La negociación colectiva es un proceso o actividad voluntaria a través del cual los empleadores y los trabajadores discuten y negocian sus relaciones, en particular los términos y condiciones de trabajo y la regulación de las relaciones entre los empleadores, los trabajadores y sus organizaciones. Son participantes en la negociación colectiva los propios empresarios o sus organizaciones, y los sindicatos o, en su defecto, los representantes libremente designados por los trabajadores. Una parte importante del reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva es el "principio de buena fe". Esto es importante para el mantenimiento del desarrollo armonioso de las relaciones laborales. Este principio implica que los interlocutores sociales trabajen juntos y hagan todo lo posible para llegar a un acuerdo a través de negociaciones genuinas y constructivas, y que ambas partes eviten demoras injustificadas en las negociaciones. El principio de buena fe no implica un nivel predefinido de negociación ni requiere una negociación obligatoria por parte de los empleadores o trabajadores y sus organizaciones.

¿Por qué debería importarles a las empresas?

Las empresas enfrentan muchas incertidumbres en este mercado global que cambia rápidamente. Establecer un diálogo genuino con los representantes de los trabajadores elegidos libremente permite que tanto los trabajadores como los empleadores comprendan mejor los problemas de los demás y encuentren formas de resolverlos. La libertad de asociación y el ejercicio de la negociación colectiva brindan oportunidades para un diálogo constructivo en lugar de confrontación. Esto aprovecha la energía para centrarse en soluciones que generan beneficios para la empresa, sus partes interesadas y la sociedad en general y, a menudo, es más flexible y eficaz que la regulación estatal. Por lo tanto, puede ayudar a anticipar problemas potenciales y promover mecanismos pacíficos para abordarlos. Diversos estudios indican que la dinámica resultante de la libertad sindical puede poner en marcha un "trabajo decente" ciclo que aumenta la productividad, los ingresos y los beneficios para todos los interesados. Además, la garantía de representación a través de una "voz en el trabajo" facilita las respuestas locales a una economía globalizada y sirve como base para un crecimiento sostenible y retornos de inversión seguros. Los resultados ayudan a cerrar la creciente brecha de representación en los arreglos laborales globales y facilitan el aporte de aquellas personas, regiones y sectores económicos, especialmente mujeres y trabajadores del sector informal, que de otro modo podrían quedar excluidos de participar en procesos que construyen entornos de trabajo decente.

¿Qué pueden hacer las empresas?

En el lugar de trabajo

  • Respetar el derecho de todos los trabajadores a formar y afiliarse a un sindicato de su elección sin temor a intimidaciones o represalias, de conformidad con la legislación nacional;
  • Poner en práctica políticas y procedimientos no discriminatorios con respecto a la organización sindical, la afiliación sindical y la actividad en áreas tales como solicitudes de empleo y decisiones sobre ascensos, despidos o transferencias;
  • Proporcionar a los representantes de los trabajadores las instalaciones adecuadas para ayudar en el desarrollo de convenios colectivos efectivos; y·
  • No interferir con las actividades de los representantes de los trabajadores mientras llevan a cabo sus funciones de manera que no interrumpan las operaciones regulares de la empresa. Se ha demostrado que prácticas como permitir el cobro de cuotas sindicales en los locales de la empresa, la publicación de avisos sindicales, la distribución de documentos sindicales y la provisión de espacio de oficina ayudan a construir buenas relaciones entre la dirección y los trabajadores, siempre que no se utilicen como para que la empresa ejerza el control indirecto.

En la mesa de negociaciones

  • Reconocer organizaciones representativas a los efectos de la negociación colectiva;
  • Utilizar la negociación colectiva como un foro constructivo para abordar las condiciones de trabajo y de empleo y las relaciones entre empleadores y trabajadores, o sus respectivas organizaciones;
  • Abordar cualquier resolución de problemas u otras necesidades de interés para los trabajadores y la gerencia, incluidas la reestructuración y la capacitación, los procedimientos de despido, los problemas de seguridad y salud, los procedimientos de resolución de quejas y disputas, las normas disciplinarias y el bienestar de la familia y la comunidad;
  • Proporcionar la información necesaria para una negociación significativa; y
  • Equilibrar los tratos con el sindicato más representativo para asegurar la viabilidad de las organizaciones más pequeñas para seguir representando a sus afiliados.

En la comunidad de operación

  • Tener en cuenta el papel y la función de las organizaciones de empleadores nacionales representativas; y
  • Tomar medidas para mejorar el clima en las relaciones laborales, especialmente en aquellos países que no cuentan con un marco institucional y legal adecuado para el reconocimiento de los sindicatos y la negociación colectiva.