Somos agua: el eje de la modernización sostenible en Bogotá

OBJETIVO 2030 5ed 30 53df9

Artículo publicado originalmente en "OBJETIVO 2030 | 5a Edición", en este enlace

Por: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá

La pandemia trajo para el mundo diversas transformaciones tecnológicas y sociales. Este difícil y retador episodio de nuestra historia nos recordó también lo frágil de la humanidad y la importancia de cuidar y preservar nuestros recursos, en particular, el agua que se convirtió en una de las defensas contra el coronavirus. Hoy, cuando el mundo busca rápidamente adaptarse a la nueva realidad, la economía se reactiva y seguimos adelante como sociedad, no podemos olvidar las enseñanzas que dejó la pandemia y recordar que el mundo puede verse abocado a situaciones críticas como el cambio climático y sus efectos, para lo que debemos estar preparados.

La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), el mayor prestador de los servicios de agua y alcantarillado del país, con operación en Bogotá y 11 municipios de Cundinamarca y del que se benefician más de 7 millones de habitantes del centro de Colombia, apuesta dentro de su estrategia corporativa por una modernización sostenible soportada en tres pilares: la confiabilidad (las obras necesarias para garantizar y mejorar la prestación del servicio); la eficiencia (hacer más con menos), y la transformación cultural de su equipo y de los ciudadanos de cara al cuidado del agua.

Un completo programa que responde a su propósito principal es: “Somos agua para la vida generando bienestar para la gente”. Este se encuentra incorporado en su política de sostenibilidad para agregar valor económico, ambiental y social a la gestión empresarial, en beneficio de sus grupos de interés y aportar al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.

Seguridad hídrica

Por su naturaleza, una de las grandes contribuciones de la EAAB se da al ODS 6, agua y saneamiento. Para garantizar la seguridad hídrica de la ciudad y la región se está ampliando la capacidad de las plantas de tratamiento y sistemas de abastecimiento que garanticen la confiabilidad del servicio y modernizando los sistemas de alcantarillado. También, esto tiene como objeto mitigar el riesgo de inundaciones al tiempo que se eliminan conexiones erradas que darán vida a los cuerpos hídricos de la ciudad.

La gran apuesta de esta década, en materia de saneamiento, se concentra en la recuperación de los ríos y en especial del río Bogotá. A toda marcha se construye la estación elevadora de aguas residuales Canoas y se avanza en la estructuración para abrir la licitación para la construcción y puesta en marcha de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Canoas, la obra más significativa, en materia de saneamiento de un río, que jamás se haya ejecutado en Colombia y que permitirá que el sueño de contar con el río Bogotá limpio sea una realidad.

A la vez que se ejecutan importantes obras de infraestructura, la EAAB lleva a cabo un proceso de adaptación y de resiliencia de los equipos y de los planes de acción estratégicos para hacerlos más eficientes y productivos. En este camino, está impulsando el primer proyecto de telemetría para grandes consumidores, lo que permitirá tener en tiempo real el consumo, hacer más ágil la lectura, evitar pérdidas de agua y mejorar la experiencia de estos usuarios. De igual forma, se implementó la factura digital, un servicio al que día a día se unen más usuarios y que protege al planeta al tener que usar menos papel. Así mismo, avanza en la modernización de las estaciones de bombeo, estaciones hidrometereológicas y de los laboratorios de agua, medidores, suelos y materiales para hacer su gestión más eficiente.

“Somos agua” está en el ADN de la EAAB, de ahí el compromiso con el medio ambiente y con una gestión que le apunta a mitigar el cambio climático, desarrollar proyectos de economía circular y ampliar y consolidar la infraestructura verde asociada a los cuerpos hídricos de la ciudad. Para ser más en el primer aspecto, se cuantifican y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de todas las fuentes directas e indirectas de la organización mediante mejoras en eficiencia energéticas y uso de energías renovables. Estas se compensan con certificados de reducción de emisiones por proyectos de energías renovables y forestales. Gracias a lo anterior, entre el 2019 y 2021, la EAAB redujo en un 18% las emisiones de carbono gracias al uso eficiente de la energía en proyectos como la modernización de las estaciones de bombeo.

El cuidado del territorio y de los espacios de agua de la ciudad son fundamentales para la apuesta sostenible de la EAAB. Por ello, la entidad es custodio de 330 km2 de tierra en el Distrito Capital destinados a la conservación del recurso hídrico de hoy y del futuro. Además, aporta en el proyecto para reverdecer a Bogotá. Actualmente, adelanta la siembra de 47.177 nuevos árboles en las cuatro cuencas hídricas de la ciudad (Fucha, Salitre, Torca-Guaymaral y Tunjuelo) que contribuirán con la regulación hídrica y protección de las zonas de manejo y preservación ambiental de ríos, quebradas y canales, aportando a un ambiente más sano para los ciudadanos.

Ser sostenibles alrededor del agua requiere impactar las diferentes dimensiones de la gestión corporativa, en la EAAB la estrategia financiera a largo plazo plantea apalancar en los próximos 6 años un endeudamiento de 200 millones de dólares a través del financiamiento verde, con 139 proyectos sostenibles que ya se tienen identificados y que cumplen con los estándares de la Asociación Internacional de Mercado de Capitales y de la Iniciativa de Bonos Climáticos.

Transformación Cultural

Uno de los pilares fundamentales de la modernización sostenible es el fortalecimiento de la cultura ciudadana que permita movilizar una acción colectiva alrededor del cuidado y la preservación de los recursos hídricos, reverdecer a Bogotá y mitigar el cambio climático. En la capital del país, que es la casa de todos los colombianos, se presentan serias problemáticas asociadas a hábitos y costumbres ciudadanas alrededor del agua. Solo para citar unos ejemplos: en un año la empresa extrae aproximadamente 160 mil toneladas de basuras del alcantarillado -lo que equivale a llenar con estos desechos cuatro veces el estadio El Campín- y, en el último año, más de 83 mil metros cúbicos de residuos fueron retirados de los 15 humedales. Estos comportamientos no adecuados obligan a destinar cerca de 30 mil millones de pesos para limpiar las redes de alcantarillado.

Aquí, la EAAB viene trabajando bajo el concepto #SomosAgua, un esfuerzo que busca cambiar las percepciones de los ciudadanos sobre su relación con el recurso hídrico, buscando desincentivar los comportamientos nocivos como arrojar basura en humedales y ríos o disponer de manera inadecuada grasas, aceites y residuos sanitarios en la infraestructura de alcantarillado. En ese sentido, surgieron varias campañas, entre ellas, #ComoElAguayElAceite: cada uno por su lado, que busca promover un cambio cultural y la correcta disposición final de las grasas. La descarga de estos elementos en las redes de alcantarillado produce un proceso de solidificación que afecta el flujo de las aguas generando taponamientos y afectaciones a la infraestructura y la calidad de vida de la ciudadanía. Con la campaña se invita a la gente a disponer adecuadamente el aceite usado en la cocina, a dejar enfriarlo, envasarlo y disponerlo en los puntos existentes en la ciudad para cerrar su ciclo de manera correcta, con la garantía de ser amigable con el ambiente.

Varias realidades técnicas y ambientales llevaron a la EAAB a lanzar un llamado a la acción a la ciudadanía por la conciencia ambiental y social, a través de la campaña pedagógica Las Toallitas a la Caneca. Se identificó que,          aproximadamente, el 50% de los residuos que se arrojan al alcantarillado y llegan a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre corresponden a material higiénico que debería ir, después de su uso, a la caneca de la basura y no al sanitario. Además de los riesgos y costos para la infraestructura, se advirtió un riesgo ambiental sobre los ríos y humedales de agua de la capital colombiana.

Es en las manos de todos los ciudadanos donde está la posibilidad de cambiar la historia y que los ríos de Bogotá fluyan limpios. Por esto, la EAAB lanzó la marca ‘Ríos de Bogotá’ que, de ahora en adelante, se convierte en la apuesta del Distrito por la protección de los cuerpos de agua de la ciudad dándole identidad a los ríos y que de esta manera cambie el imaginario colectivo frente a ellos.

Equidad de género:

La inclusión de mujeres genera beneficios para las empresas. En el sector de agua esto es relevante porque está demostrado que la diversidad de género produce diseños más fáciles y adecuados, además de mejorar la satisfacción de servicio al cliente cuando participan activamente en temas como operación y mantenimiento.

La diversidad trae, sin ninguna duda, más ideas y mejores soluciones. En la EAAB bajo el lema “Somos agua de todos los colores” se trabaja por la transformación cultural hacia una organización más equitativa, diversa e incluyente. Para empezar esta transformación, la EAAB se dio a la tarea de diagnosticarse, de reconocer las principales barreras, para pasar de la intención a la acción.

En esa apuesta por una empresa más diversa se creó el Comité de Igualdad de Género. En la EAAB ya se ven los progresos en equidad y el liderazgo femenino en donde el 35% de los cargos de liderazgo son ocupados por mujeres. También con profesionales, técnicas y tecnólogas, que con su conocimiento desarrollan actividades en las diferentes áreas, en servicios financieros, jurídicos, administrativos, ambientales y de todas las disciplinas que necesita la gestión del agua, se hace una importante contribución al ODS 5, igualdad de género.

En palabras de la CEO de la EAAB, Cristina Arango, “Todos merecemos igualdad de oportunidades, respeto personal y profesional, camaradería, un trato justo y no discriminatorio, independiente del sexo o del cargo. La igualdad de género es un asunto de todos. Sin puntos de vista diversos no estaremos a la altura de los nuevos retos”.



Artículo publicado originalmente en "OBJETIVO 2030 | 5a Edición", en este enlace