Servicios públicos y comunicaciones:
esenciales antes, durante y posterior a la crisis

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Artículo publicado originalmente en la Revista OBJETIVO 2030 en este enlace

Por: Camilo Sánchez Ortega - Presidente de Andesco

En ese contexto, el sector de los servicios públicos domiciliarios y comunicaciones ha sido un actor fundamental en el reto de afrontar de mejor manera las situaciones derivadas de la Covid– 19. No puede pensarse siquiera qué hubiere pasado si no se prestaren los servicios, no solamente para garantizar las condiciones de higiene, desde el lavado de manos continuo hasta los lavados cotidianos de pisos, muebles, ventanas, vehículos, escaleras, entre otros. Ni qué decir de la necesaria conexión para poder responder a las necesidades del trabajo remoto y sobre todo de la educación virtual, ya que inéditamente podemos decir que el año pasado marcó de manera acelerada y a veces, sin los recursos completos, una nueva etapa en el proceso de formación de los estudiantes, desde los párvulos hasta los estudiantes de postgrado.

Por supuesto, también es indispensable contar con la energía eléctrica y el gas combustible para llevar las demás actividades del hogar y de las compañías. Ni qué decir también de la televisión por suscripción para poder tener el entretenimiento básico en cada hogar. Igualmente, la labor abnegada de la recolección de los residuos sólidos en todos los hogares y establecimientos de cada uno de los municipios, con su correspondiente gestión de aprovechamiento y disposición final, según el caso.

Como puede verse, los servicios públicos y comunicaciones, han sido los invitados silenciosos permanentes en esta situación, lo que ayuda sin duda a reconocer lo que antes se daba por sentado y que ni siquiera era tenido en cuenta, salvo para el necesario pago de la factura del servicio ofrecido y prestado.

Podemos afirmar, sin ambages, que nunca hubo ni habrá un solo día en el que los empleados de las empresas de servicios públicos y comunicaciones no hayan estado atendiendo en las calles, tendidos de cables, postes de energía, redes de suministro, recolección de residuos, entre otros. Por supuesto, también hubo la necesidad de adaptarse a las condiciones de bioseguridad estricta, con un resultado altamente satisfactorio en términos de casos y decesos.

Igualmente, se consolidaron los esquemas de atención virtual a los usuarios de los servicios con múltiples canales de comunicación para que se facilitara la interacción.

Por otra parte fue necesario hacer ajustes normativos para facilitar el pago de los servicios por parte de los usuarios. Estas medidas, algunas ya superadas, se resumen en varios frentes de acción que vale la pena destacar.

En los servicios de acueducto, alcantarillado, aseo, energía eléctrica y gas natural, a los usuarios de estratos 1 y 2, que no pudieron pagar sus facturas, se difirió en 36 cuotas mensuales, sin intereses. En los estratos 3 y 4, ante la dificultad de pago, se difirió en 24 meses con tasas de interés debidamente reguladas.

Para energía y gas se presentó una opción tarifaria donde los incrementos que superaran el 3%, de manera automática se diferían los pagos y se ofreció un descuento de hasta del 10% sobre parte del valor asociado al consumo de ese periodo por pago oportuno para los estratos 1 y 2.

En TIC, para planes inferiores a $71.214, no se cobró el IVA durante los primeros meses y se ofrecieron 30 días adicionales para el pago; todos los planes han tenido 200 mensajes de texto y acceso gratuito a páginas web definidas por el Gobierno. En todos los servicios se otorgaron beneficios importantes.

También las empresas reconectaron gratuitamente los servicios a quienes los tenían suspendidos: 310 mil familias en agua, 115 mil hogares en energía y cerca de 90 mil en gas natural.

Como puede verse, el esfuerzo desarrollado para prestar los servicios es y seguirá siendo enorme. Pero esto, impone también una actitud responsable del uso de los mismos, con eficiencia energética y uso racional del agua.

Además de generar acciones de reducción de la producción de residuos sólidos. Igualmente, privilegiar el uso de la luz y ventilación naturales y utilizar únicamente los electrodomésticos en los momentos indispensables.

En TIC, no consumir datos para entretenimiento, en horas destinadas a trabajo y estudio, para no saturar las redes. Además, revisar continuamente los estados de las llaves de los lavamanos y controlar fugas. Por supuesto, todo se debe hacer con la absoluta corresponsabilidad de pagar oportunamente los servicios. No hacerlo, en la práctica, es generar su deterioro y al final todos estaremos afectados.

Así mismo, desde Andesco se apoyó a la iniciativa “adopta un servicio”. Esto brindó la oportunidad de ayudar a quienes lo necesitan, mediante el pago de su factura de servicios públicos.

En resumen, los servicios públicos y comunicaciones han estado presentes como articuladores eficaces de la equidad para todos los colombianos y propiciando que los Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre los que las empresas han estado actuando directamente (ODS 6: Agua y Saneamiento; ODS 7: Energía; ODS 9: Innovación a través de las TIC; ODS 12: Producción y Consumo Responsable; ODS 13: Acción por el Clima y con la garantía de haber seguido manteniendo los empleos en todo momento ODS 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico), siguen siendo la ruta para lograr afianzar los postulados de la Agenda 2030 de Sostenibilidad.

Andesco como gremio líder en la sostenibilidad y los principios del Pacto Global a través, no solamente desde su compromiso misional, sino con sus empresas afiliadas, ratifica una vez más que bajo la égida del ODS 17, que habla acerca de las alianzas, avanzaremos seguros para superar esta situación que ha puesto al mundo entero ante unas nuevas circunstancias y que exige el trabajo mancomunado por parte de todos.



Artículo publicado originalmente en Revista OBJETIVO 2030 en este enlace