Desde la innovación impulsamos la sostenibilidad

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Artículo publicado originalmente en "OBJETIVO 2030 | 5a Edición", en este enlace

Por: Camilo Sánchez - Presidente de ANDESCO

Los servicios públicos domiciliarios y las comunicaciones son fundamentales para alcanzar las necesarias cotas de equidad y prosperidad, para que una sociedad avance hacia el Desarrollo Sostenible.

En ese contexto, las empresas prestadoras de los servicios de acueducto, alcantarillado, aseo y gestión de residuos, energía eléctrica, gas natural, televisión por suscripción y tecnologías de la información y comunicaciones, afiliadas en Andesco siempre han respondido al llamado de la sostenibilidad. De hecho, desde el 2004, se inició una apuesta gremial por generar mayor conocimiento y presentación de buenas prácticas en responsabilidad social empresarial; además, con la adhesión mayoritaria de las empresas afiliadas a la iniciativa del Pacto Global se reafirmó el compromiso con los 10 Principios.

Desde el 2015, año en que Andesco acompañó en Nueva York a la promulgación de la Agenda 2030 de Sostenibilidad, ha sido una abanderada en la promoción de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS-. En adición, en el mismo Conpes 3918, correspondiente a la Agenda ODS para nuestro país, de las 16 metas trazadoras (o de mayor interés estratégico, sin menoscabo, por supuesto, de que cada ODS tiene muchas metas y objetivos específicos), cinco de ellas están íntimamente relacionadas con servicios públicos y TIC.

En efecto, para el ODS 6, Agua Limpia y Saneamiento, la meta es lograr el 100% de los hogares con conexión de agua potable; en el ODS 7, Energía asequible y no contaminante, el 100% de los hogares con servicio permanente de energía eléctrica; en el ODS 12, Producción y Consumo Sostenible, tener una tasa de reciclaje y aprovechamiento superior al 17%; en el ODS 13, Acción por el Clima, cumplir con las metas del Acuerdo de Paris, de reducción de las emisiones de gases efecto invernadero, inicialmente del 20% y después, reformulada, hasta el 51%;  también, en el ODS 9, Industria, Innovación e Infraestructura, lograr que el 100% de los hogares cuenten con conexión de banda ancha y buena velocidad. Por lo tanto, no es asunto menor la importancia y relevancia que tienen los prestadores de servicios en esta apuesta de país.

En particular, queremos resaltar en el ODS 9 lo correspondiente a innovación. En el sector se está trabajando sin descanso en hacer despliegue de infraestructura en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -TIC, para ir cumpliendo con las metas trazadas.

En efecto, en conexiones a internet, según la Encuesta de Calidad de Vida y estimaciones propias al 2021, se tiene una cifra cercana al 58% de los hogares. Las zonas rurales presentan aún un nivel bajo de cobertura con tan solo un 23,8% de acceso, mientras que en las zonas urbanas es del 66,5%. Respecto del internet fijo en Colombia, a cierre del tercer trimestre de 2021, hay 8,2 millones de conexiones (16,17 accesos por cada 100 habitantes). En adición, ha habido una mejora sustancial en la velocidad de descarga, que alcanzó un promedio de 64 Mbps.

Por otro lado, en cuanto a internet móvil, al finalizar el tercer trimestre de 2021 hubo 35,7 millones de accesos (20 millones de accesos por demanda y 15,7 millones de accesos por suscripción), lo que equivale a 70 conexiones por cada 100 habitantes.

Frente a telefonía móvil, a la misma fecha de corte, la tasa de penetración fue de 143,1 líneas por cada 100 habitantes, con más de 73 millones de líneas móviles activas. En cuanto a telefonía fija hubo 7,39 millones de líneas, con una penetración de 14,47 líneas por cada 100 habitantes.

Para consolidar estos procesos es necesario contar con una regulación innovadora, donde las políticas de Gobierno se deben adecuar a los desarrollos actuales que están cambiando o modificando la prestación de servicios de sectores tradicionales, incentivando la innovación en la implementación de nuevos modelos de negocios y la revisión de esquemas tradicionales de prestación de servicios. Los diferentes actores deben promover la conformación de mesas sectoriales con participación pública y privada, que permitan fortalecer los procesos de generación de agendas de las instituciones públicas, que den prioridad a las nuevas tendencias, proporcionando mecanismos para que haya una migración hacia  una regulación inteligente donde prime la autorregulación y el establecimiento de reglas solo cuando sea necesario (desregulación).

Para ello hay que eliminar las barreras para el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones, sobre todo en disposiciones administrativas de orden municipal con demoras injustificadas y el requerimiento de múltiples requisitos; igual facilitar la información técnica adecuada para que no existan barreras sociales por desconocimiento de las comunidades. Esto implica necesariamente un cambio en los procesos que faciliten la transformación digital y el avance tecnológico.

Entonces hay que potenciar la transformación digital en los diferentes sectores (no solamente los servicios públicos) para apalancar procesos de cambio e innovación y así mejorar la productividad y competividad del país. Se recomienda que el Gobierno Nacional –y con amplia participación regional– construya e implemente un plan estratégico de transformación digital para Colombia, consultado ampliamente con el sector real, la academia y otros actores, que permita contar con iniciativas de largo plazo y que evidencien estabilidad normativa en los contextos en los que se desarrollan los negocios.  De esta manera se aceleran programas para contar con ciudades inteligentes. Estos sectores son: Educación, Justicia, Seguridad, Comercio, Financiero y Gobierno (en los niveles nacional, departamental y municipal). Se deben buscar mecanismos institucionales que incentiven la interacción entre agentes públicos y privados para promover la implementación de soluciones apropiadas e incluyentes, en condiciones favorables para todos los actores.

Igualmente se debe tener una política de promoción y educación en TIC que permita que los ciudadanos se familiaricen con la tecnología desde sus primeras etapas de formación, orientado a formar un ciudadano digital, con el debido empoderamiento y apropiación de las nuevas tecnologías. Un ejemplo de ello es el desarrollo de la infraestructura de medición avanzada (AMI, por sus siglas en inglés) en todos los servicios públicos domiciliarios. Así, los ciudadanos podrán tomar decisiones más concientes sobre su consumo, impactando así el valor de su factura. También permitirá mejorar la calidad del servicio y potenciará la creación de nuevos modelos de negocios en estas temáticas.

En definitiva, hay que universalizar el uso de las TIC y sus dispositivos asociados. Es necesario promover la inversión para que haya la necesaria renovación tecnológica, que cada vez toma ciclos de cambio más cortos.

De esta manera, se tendrán todos los caminos para tener una sociedad sostenible, con innovación tecnológica continua y siempre en procura de equidad, prosperidad, competividad en un ambiente de una institucionalidad sólida y en paz.



Artículo publicado originalmente en "OBJETIVO 2030 | 5a Edición", en este enlace