Del dicho al hecho en la igualdad de género, gracias a los WEP`s

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Artículo publicado originalmente en la Revista OBJETIVO 2030 en este enlace

Por: Diego González - Profesional Senior
Pacto Global Red Colombia

Según datos de febrero de 2021, registrados por WEP’s en su portal web oficial weps.org, en el mundo, cerca de 4.481 compañías hacen parte de esta comunidad, en la que interactúan de manera constante a través de espacios de formación, relacionamiento e intercambio de buenas prácticas. Colombia no es la excepción, por eso durante 2020, las empresas WEP’s participaron en talleres y webinars enfocados en temáticas como comunicación para la igualdad y la socialización de una herramienta que estudia las brechas salariales y cómo mitigarlas, entre otros espacios en los que también se destacó la promoción de la herramienta de autodiagnóstico WEPs y el tercer encuentro anual del sector privado, durante el mes de noviembre.

¿Qué pasaba en Colombia antes de la Covid-19 y qué consecuencias ha dejado esta pandemia?

Según datos del informe 2019 de Economía Informal y participación en el mercado laboral del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el 42,9% de la población económicamente activa en Colombia son mujeres;  dentro de la ciudadanía desempleada en ese entonces, las mujeres ya eran las más afectadas y quienes además tenían una mayor carga de labores no remuneradas en los hogares, mitigando sus posibilidades de formaciones complementarias o de mejores oportunidades laborales.

Según el DANE, en el informe citado anteriormente, la mayoría de las mujeres “inactivas” (59%) se dedican a oficios del hogar como actividad principal, por otra parte los hombres solo registran un porcentaje de 8,1%; asimismo, el 57% de los hombres “inactivos” se dedican a estudiar como actividad principal, mientras que este porcentaje es de 28% para las mujeres inactivas.

Las mujeres, según el DANE, estaban vinculadas principalmente a espacios laborales relacionados con el comercio, hoteles, restaurantes, servicios comunales, sociales y personales; el mismo informe de Economía Informal y participación en el mercado laboral de 2019, deja entrever un resultado interesante que, a su vez, nos da la posibilidad de encontrar una de las medidas para promover el empoderamiento y la igualdad de género, medida vinculada también con el Principio 4 de los WEP’s: promover la educación, la formación y el desarrollo profesional de las mujeres.

Según el citado informe, “la tasa de ocupación de las mujeres aumenta a medida que alcanzan niveles educativos más altos”, en ese sentido mujeres con estudios de posgrado, profesionales y técnicos, presentan mayores tasas de ocupación laboral frente a sus pares con educación escolar o sin educación alguna; más allá de la obviedad que podría surgir frente a la relación que hay entre más estudios y acceso al trabajo, surge la opción y la necesidad de promover espacios de formación desde el sector privado para aquellas mujeres que no han tenido la oportunidad de hacerlo, ideal si se hace en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; de igual manera y desde nuestros hogares, promover la igualdad en las labores no remuneradas o de cuidado. 

El estudio de 2019 presenta cifras adicionales que nos invitan a reflexionar y a actuar inmediatamente. En promedio las mujeres tienen una carga total de trabajo de aproximadamente 14 horas y 49 mins; de estas, el 49% corresponde a Trabajo no remunerado; mientras que los hombres tienen una carga Total de Trabajo de 12 horas y 39 mins, con un 27% de Trabajo no remunerado.

Según el periódico Portafolio, en un artículo titulado Mujeres, las más castigadas por la pandemia en Colombia, del pasado 23 de Diciembre, “este año (2020) la desocupación tocó máximos históricos cercanos al 25%, pero fueron las mujeres las más castigadas en este país de 50 millones de habitantes donde la informalidad es del 47%. El nuevo coronavirus empujó al desempleo en su momento a 2,5 millones de mujeres.”

El mismo artículo, citando al Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), nos arroja un dato alarmante, que indica que “las mujeres ocupadas pasaron de 9,2 millones en el segundo trimestre de 2019 a 6,7 en el mismo trimestre de 2020”.

¿Y ahora qué podemos hacer?

Ser conscientes de la situación que atraviesan las mujeres en Colombia y comunicar dicho estado es un primer paso. Luego, a través de la comunicación y la sensibilización, se mantiene en la agenda pública un problema al que nadie puede ser ajeno y en el que todos podemos contribuir a solucionarlo. Esto, es clave para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: sin igualdad de género no puede haber paz, hambre cero, salud y bienestar, ni educación de calidad, entre otros.

Pasar del dicho al hecho, es otra acción necesaria y más aún en esta época de pandemia. La promoción de espacios de formación, sin sesgos de género es una medida adicional que podemos generar desde casa, que niñas y niños elijan futuras carreras técnicas o profesionales sin estigmatizaciones.

Desde el sector empresarial, la adopción de los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres y la participación activa en la comunidad de empresas, surge como una herramienta adicional para promover el cierre de brechas y la mitigación de las cifras anteriormente citadas. Ser parte de los WEP’s posibilita a las empresas, con o sin experiencia, la posibilidad de tener herramientas y conocer casos de éxito para fortalecer el componente de género con sus colaboradores y en varias de sus actividades internas y externas.



Artículo publicado originalmente en Revista OBJETIVO 2030 en este enlace