Cambio climático: una oportunidad para transformarnos

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Artículo publicado originalmente en la Revista OBJETIVO 2030 en este enlace

Por: Juan David Correa - CEO de Protección S.A. Colombia

La actualidad que vivimos ha traído consigo retos, obstáculos y oportunidades únicas, quizá históricas, para la humanidad. Entre ellos, uno de los más apremiantes que enfrentamos hoy como sociedad es el cambio climático. América Latina y el Caribe se encuentran, por ejemplo, en una posición particularmente vulnerable a los impactos de este fenómeno: para el año 2050, el aumento de la temperatura y del nivel del mar, podrán traducirse en costos anuales estimados del 2% al 4% del PIB de la región, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Esto no solo debe impulsarnos a cambiar nuestras prácticas como ciudadanos y como empresarios, sino a participar activamente en la formulación y ejecución de planes, políticas, iniciativas y proyectos que nos permitan innovar y encontrar soluciones para el bien de nuestra sociedad. En Protección confiamos en que la forma de obtener resultados es tan importante como los resultados mismos. Por lo tanto, desde nuestros lineamientos estratégicos hemos asumido un compromiso tangible con la sostenibilidad y el cuidado ambiental, para hacer frente al cambio climático desde nuestro accionar corporativo.

Cada vez son más las empresas que trabajamos para incorporar criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno (ASG) en sus políticas de inversión. Esto  con el fin de fortalecer el compromiso con el desarrollo sostenible, mientras buscan la maximización de las rentabilidades para todos nuestros clientes. De cara a esto, en Protección nos adherimos en el 2020 a los Principios de Inversión Responsable (PRI) de las Naciones Unidas y continuamos impulsando el desarrollo de inversiones con criterios ASG, con el propósito de promover un bienestar sostenible para nuestros clientes y entorno. Sabemos que con este tipo de inversiones es posible contribuir de manera consciente a superar los retos actuales, mientras se generan retornos financieros e impactos socio ambientales positivos, dado que la inversión sostenible, además de ser una estrategia de competitividad, permite a las organizaciones generar valor y apalancar el crecimiento y solidez de cara al futuro. 

Adicionalmente, y en concordancia con nuestros esfuerzos por contribuir a la sostenibilidad del planeta, así como gestionar los riesgos asociados al cambio climático y la generación de valor, anunciamos recientemente nuestra participación en el Fondo Low Carbon Transition Readiness de Black Rock, especializado en identificar las compañías que mejor se preparan para afrontar los riesgos de transición derivados del cambio climático. Es así como el Fondo Low Carbon Transition Readiness invierte en compañías que unen esfuerzos por trabajar en la mitigación de dichos riesgos y busquen tener un impacto más positivo en el largo plazo. Desde Protección reafirmamos nuestro compromiso con la descarbonización de nuestros portafolios con nuestra participación en esta iniciativa.

Estos avances e iniciativas que celebro son fundamentales hoy para el funcionamiento de nuestra sociedad. En este momento de la historia, más que nunca, debemos convertir la sostenibilidad y el cuidado ambiental en una convicción. Como humanidad hemos llegado a un punto en el que las acciones concretas por el medio ambiente se convierten más que en una necesidad, en un compromiso ético. Es necesario que como empresas comencemos a utilizar nuestra capacidad de innovación y de resolver desafíos para hacer frente a retos tan apremiantes como el cambio climático, porque es un fenómeno que no da espera, que es real y que continuará transformando el planeta y nuestras vidas tal y como las conocemos.

Existe un llamado global a gestionar los recursos de forma racional, con visión de futuro. Esa es precisamente una de las más importantes lecciones que nos ha dejado el COVID-19: no podemos seguir viviendo ni consumiendo de la forma en que lo veníamos haciendo; urgen acciones a favor de la sostenibilidad planetaria y, por ende, de nuestra propia especie.

Conscientes de ese llamado, las empresas debemos emplear acciones con planes enfocados en la reducción del consumo de energía, agua, residuos y papel, así como también la reducción ostensible de nuestra huella de carbono para los años venideros, y contar con estrategias de compensación de 100% de esta huella.

En Protección identificamos los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los cuales generamos impacto directo a través de nuestro propósito: la Acción por el clima; la Producción y consumo sostenible. Respecto a ambos, nos transformamos permanentemente para adoptar prácticas responsables y coherentes para contribuir al cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad del planeta, mientras optimizamos la operación del negocio.

Siempre he creído que el hecho de que la sostenibilidad sea nuestra estrategia se ha convertido en una gran oportunidad para retarnos, para transformarnos, adaptarnos a los mejores estándares, pensar en nuevas formas de hacer las cosas, sostener conversaciones de futuro con nuestros públicos, fortalecer alianzas con otros sectores y para generar confianza en nuestros clientes.

Por lo tanto, invitamos a todas las organizaciones, grandes y pequeñas, a que tengan la sostenibilidad como un eje transversal de sus estrategias, también a articular cada una de las decisiones con los impactos ambientales, sociales y económicos que estas puedan representar, pensando en todo momento en el bienestar actual y de las futuras generaciones.



Artículo publicado originalmente en Revista OBJETIVO 2030 en este enlace