Uninorte pionera desde la región caribe:
Una estrategia de sostenibilidad basada en la modernización, el crecimiento y el desarrollo de su campus

Por: Ing. Carlos Humberto Clavijo Fuentes, MBA. Director de Sostenibilidad Ambiental & Ing. Osvaldo Gamarra Amarís. Asistente de Sostenibilidad Ambiental.

En este artículo se presenta la estrategia de la Universidad del Norte para asumir los retos ambientales que enfrenta en este siglo. Conceptos como desarrollo sostenible, cambio climático y calentamiento global entre otros, suponen un reto para la institución y su futuro.

El compromiso ambiental de la Universidad del Norte se manifiesta desde su fundación tomando como insignia el Roble Amarillo, “símbolo de nuestro pasado terrenal y prenda de nuestros futuros ideales”. Esto nos ha guiado en la senda del desarrollo físico y tecnológico de nuestro campus para mantener armonía con el medio ambiente. Por ello, la universidad ha venido realizando desde hace varias décadas millonarias inversiones en la ejecución de proyectos de ingeniería aplicada como respuesta a problemas de contaminación originados en su normal desarrollo y que impactan en el medio ambiente.

Una de las fuentes de mayor contaminación es la producción de vertimientos de agua residual. Aunque hace 25 años se tomó la decisión de construir plantas para tratamiento de aguas residuales y el sector cuenta con sistema de alcantarillado desde hace 10 años, la universidad mantuvo la estrategia de tratar sus propias aguas residuales y llegar al grado de potabilizarlas para re-uso en riego. El año pasado se entregó en operación una nueva planta para el tratamiento de las aguas residuales con una capacidad de tratamiento de 130 m3/día.

Foto: Nueva Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de la Universidad del Norte.

Uninorte fue la primera universidad en Colombia en construir y poner a operar hace 15 años un distrito de frío como solución a su necesidad de aire acondicionado. Con este proyecto la institución ha logrado consumo óptimo de energía y disminución del impacto al ambiente, pues usa equipos con refrigerante de bajo Potencial de Calentamiento Global (GWP) y que no dañan la capa de ozono. En simultáneo, se instaló una plataforma de automatización y control que permite monitorear todas las subestaciones eléctricas, controlar del consumo y administrar la infraestructura del sistema de aire acondicionado, iluminación, sistemas de bombeo y otros sistemas electromecánicos. Dados los excelentes resultados se aprobó y construyó una segunda central de frío con una inversión superior a los $ 4000 millones.

Foto: Vista interna del cuarto de máquinas de la Central de Frío de la Universidad del Norte.

Otro de los retos que tiene la universidad es la enorme producción de residuos sólidos, en gran medida por la creciente población de la comunidad universitaria. Por esa razón hace ocho años, nos dimos a la tarea de diseñar, construir y operar el Centro de Acopio de Residuos Sólidos. El impacto ha sido monumental, pues de ser un costo operativo importante, se constituyó en una unidad que produce ingresos por la venta de material reciclado, que el año pasado llegó a 80 toneladas.

Foto: Centro de Acopio de Residuos Sólidos de la Universidad del Norte.

Las anteriores son algunas de las actividades de ingeniería aplicada que, realizadas dentro de la operación, han tenido un importante impacto en la disminución de la contaminación que produce la universidad. Paralelamente desde la investigación, docencia y extensión se han desarrollado iniciativas como el Programa Ecocampus, el Instituto de Desarrollo Sostenible, el Centro de Innovación y Desarrollo Sostenible del Gran Caribe, el Centro de Estudios Urbano-regionales, el Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales, el Observatorio del Rio Magdalena, los cuales han impactado positivamente el entorno social, atendiendo así las necesidades de los diferentes grupos de interés.

Sin embargo, a nivel directivo surgen inquietudes por la necesaria concatenación entre los proyectos de ingeniería aplicada, la atención a los grupos de interés, el cumplimiento de los requisitos legales, la redefinición de una política ambiental, la definición de objetivos ambientales, el establecimiento de indicadores ambientales, estrategias para reducción del impacto sobre el ambiente, compras sostenibles, consumo responsable, y la estructuración de cátedras en los programas académicos con enfoque en la formación ambiental. Además, la universidad no es ajena a la necesidad de responder a los compromisos internacionales a los que Colombia se ha adherido, como son el protocolo de Kioto, la declaración de Río, el acuerdo de París, la defensa de la capa de Ozono, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la lucha contra el Calentamiento Global y las acciones de mitigación contra el Cambio Climático; que dan origen y fortalecen en el concepto de desarrollo sostenible, definido como el “desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades” (Brundtland 1987).

En tal sentido, la universidad se enfrentaba a una reformulación de su estrategia de sostenibilidad. Por ello, en 2017 contrató el desarrollo de un assesment coporativo para evaluar el desempeño institucional frente a la gestión social, económica y ambiental; pilares del Desarrollo Sostenible. El objetivo de este estudio fue valorar la situación de la Universidad del Norte en sus diferentes procesos, para identificar sus fortalezas, riesgos y oportunidades en los temas ambientales, sociales y económicos, y así establecer una hoja de ruta que cierre brechas y conduzca cada vez más a una gestión enfocada en la sostenibilidad. En el estudio se encontró que la universidad no cuenta con un sistema de gestión ambiental que responda a los lineamientos establecidos en las políticas ambientales y que integre las diferentes iniciativas que actualmente se desarrollan. Además, se recomendó consolidar un área ambiental que lidere el Sistema de Gestión Ambiental y aglutine los esfuerzos que la institución viene haciendo para una gestión ambiental eficiente.

En octubre del 2019, según Resolución Rectoral No. 90 se crea la Dirección de Sostenibilidad Ambiental, que depende de la Vicerrectoría Administrativa y Financiera. Esta dirección tiene por objeto evaluar, proponer y recomendar a la alta dirección los proyectos e iniciativas en el ámbito ambiental que propicien la sostenibilidad de la Institución mediante el desarrollo de buenas prácticas empresariales y el uso eficiente de los recursos, con el fin de asegurar su posicionamiento a largo plazo y un impacto positivo en la comunidad y su entorno.

Actualmente la Dirección de Sostenibilidad Ambiental está trabajando en varios frentes:

  • Estimación de la Huella de Carbono.
  • Proyecto QUALENV, de ERASMUS+, el cual tiene como objetivo el desarrollo de capacidades para incrementar la contribución de las Universidades Latinoamericanas en Desarrollo Sostenible.
  • Desarrollo del Informe de Sostenibilidad que será publicado en la página web.
  • Desarrollo e Implementación de un Sistema de Gestión Ambiental bajo el estándar de la norma ISO 14001:2015.
  • Evaluación de la estrategia de compras sostenible y consumo responsable.

La institución es consciente de que la sostenibilidad es un compromiso preponderante en el desarrollo de su planta física y en la prestación del servicio de educación superior. Las inversiones que cada año se realizan dan fe de un importante esfuerzo y liderazgo que le han permitido a la institución no sólo un ahorro significativo en los costos de operación, sino salvaguardar el patrimonio natural que nos rodea.

Fuente: Red Académica de Valor Compartido