Sostenibilidad: por qué hay que escoger bien

Plantas

El objetivo es lograr cero emisiones de efecto invernadero para 2050, o incluso antes

Por: Núria Vilanova

Es la hora del planeta. Después de un año en el que la pandemia ha golpeado a las personas y las economías, estamos ante un cambio de era que nos exige actuaciones que no solo sean generosas e integradoras de la fuerza público-privada, sino que sean sostenibles. El mundo no se puede permitir lo contrario. Nuestra región iberoamericana, tampoco.

Muchas empresas ya transitaban por el camino de la sostenibilidad. Ahora sabemos que no hay otro. Las cartas de Larry Fink, presidente y CEO del fondo de inversión BlackRock a consejeros delegados de todo el mundo, no dejan lugar a dudas: no habrá negocios fuera de lo sostenible.

El objetivo es lograr cero emisiones de efecto invernadero para 2050, o incluso antes. Ese ‘cero neto’ significa que no agregaremos nuevas emisiones a la atmósfera. Si la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ya nos comprometía a acelerar los cambios, la pandemia nos ha puesto ante un hecho consumado: no hay vuelta atrás en la hoja de ruta verde.

Por eso es importante elegir de forma acertada los proyectos a implementar: marcarán el camino los próximos años. Para escoger bien, hay que observar y escuchar. Y en esta labor imprescindible, las empresas hemos de prestar mayor atención si cabe a lo más cercano: los grupos de interés.

Nuestros accionistas, empleados, clientes y proveedores demandan un cambio real de paradigma en el que las empresas no solo seamos rentables, sino que también seamos buenas para nuestras comunidades y buenas para el planeta.

Tenemos grandes ejemplos como el de Bancolombia, uno de los bancos mejor valorados por el Índice de Sostenibilidad Dow Jones. El pasado año, redujo su consumo de agua en un 50% respecto a 2010, y su Línea Sostenible otorgó $2,35 billones para financiar 314 proyectos. Como parte de sus compromisos, protegen los recursos naturales mediante el apoyo a planes como Esquema BanCO2, una estrategia de pago por servicios ambientales con la que empresas y familias pueden medir su huella de carbono y compensarla con dinero.

Otro buen ejemplo es el de Grupo Argos, que también forma parte del selectivo índice de la sostenibilidad. En un ejercicio de inversión consciente, responsabilidad en sus operaciones y vanguardia en sus prácticas, se ha comprometido en una amplia estrategia de cambio climático. Entre sus filiales, Cementos Argos destaca en construcción sostenible, respaldo a la biodiversidad y gestión de recursos hídricos, mientras que Celsia avanza en la implementación de energías renovables, en materialidad y gestión del agua.

Necesitamos ejemplos como estos que inspiren y sumen. No podemos olvidar que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un plan de acción a favor de las personas y del planeta. Es algo que no perdemos de vista en el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi) que presido, porque esta será una primavera muy especial. El 17 y el 18 de mayo celebraremos en Madrid el Congreso Iberoamericano para líderes de compañías y familias empresarias, en formato semipresencial. Este año ponemos el foco en el gran tema que nos ocupa: Transformación e impacto social: las mejores empresas para el planeta.

Es el momento de escuchar a nuestros grupos de interés y, cada uno desde su sector, actuar en proyectos acordes con los ODS. Tras este mes de marzo donde la Naturaleza y del Agua han sido protagonistas, y que culmina con la Hora del Planeta, seguiremos avanzando hasta el Congreso Ceapi con el ejemplo de nuestros líderes empresariales iberoamericanos. El mundo lo merece.

Fuente: La República