Las mujeres campesinas e indígenas encuentran un camino común

FANNI JAMIOY 768x432

  • En Solano, Caquetá, mujeres indígenas y campesinas deciden hacer una apuesta conjunta para fortalecer su rol como lideresas de la región.

  • A través de intercambios culturales aprenden de los roles de las demás en busca de mejorar las condiciones sociales y ambientales de su territorio.

Tejedoras de la red entre ríos, así se han autodenominado estas mujeres campesinas e indígenas que comparten un territorio y que quieren aprender de los saberes y conocimientos de la otras para lograr un mejor manejo ambiental y social.

Veinte mujeres indígenas del pueblo Inga y cinco campesinas de las veredas campo bonito, las palmas y el provenir, en Solano, Caquetá, que comparten los mismos caños, afluentes del río Caquetá, participan de los intercambios culturales que buscan el auto reconocimiento como mujeres y líderes de sus comunidades.

Todas son hijas, hermanas, madres y esposas con responsabilidades familiares similares, pero con conocimientos diferentes, por eso, decidieron aprender de las demás, encontrando primero esas cosas en común, reconociendo las diferencias y partiendo de ahí para vivir en armonía en el mismo territorio.

A través de intercambios de conocimientos buscan mejorar las condiciones de vida de sus familias y su territorio compartido, liderando la protección y conservación de los recursos naturales.

Las mujeres Ingas son protectoras de las chagras y guardianas de semillas, las mujeres campesinas se encargan de cuidar y mantener la cementera – como le llaman a las huertas caseras en el Caquetá- ese rol de cuidar y alimentar es común para ambas culturas, pero diferente en las prácticas de siembra, cultivo y cosecha, por eso, juntas monitorean estas huertas y comparten las experiencias, que les permiten identificar por qué algunos productos no se producen de la misma calidad o tamaño y por qué algunos otros simplemente no se dan.

Han aprendido de plantas medicinales para otros usos y de preparaciones diferentes, pero sobre todo de la seguridad alimentaria para sus familias.

Es que para Fanny ya es normal hablar en público y tomar la vocería, pero ella quiere que todas las mujeres del proyecto de tejedoras entre ríos se conviertan en las lideresas ambientales que luchan por sus familias y defienden su territorio de problemáticas como la deforestación.

Fuente: Visión Amazonía – Minambiente