La UE aprueba prohibir la importación de café, soja y aceite de palma que causen deforestación

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La nueva ley antiforestación obliga a las empresas a verificar que estos productos no se han producido en zonaas resultantes de la destrucción de bosques.

Por: Juan Sanhermelando

La Unión Europea prohíbe la importación de materias primas (sobre todo alimentos) que procedan de zonas de cultivo resultantes de la destrucción de bosques. Los negociadores de los Estados miembros y de la Eurocámara han alcanzado este martes un acuerdo definitivo sobre una pionera ley antideforestación que afecta a la soja, la carne de vacuno, el aceite de palma, la madera, el cacao, el café, el caucho, el carbón vegetal y los productos de papel impreso.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que 420 millones de hectáreas de bosque, un área más grande que la de la UE, se han perdido debido a la deforestación entre 1990 y 2020. Se dice que el consumo de la UE es responsable de alrededor del 10 % de deforestación mundial. El aceite de palma y la soja representan más de dos tercios.

"Esta nueva e importante herramienta protegerá los bosques a nivel mundial y cubrirá más materias primas y productos como el caucho, el papel impreso y el carbón vegetal (que no figuraban en la propuesta original de Bruselas). Además, nos aseguramos de que los derechos de los pueblos indígenas, nuestros primeros aliados en la lucha contra la deforestación, estén protegidos de manera efectiva", ha señalado el negociador de la Eurocámara, Christophe Hansen.

"Este acuerdo marca un punto de inflexión importante en la lucha mundial contra la deforestación. Al mismo tiempo que hacemos la transición verde en la UE, también queremos asegurarnos de que nuestras cadenas de suministro sean más sostenibles. La lucha contra la deforestación es una tarea urgente para esta generación y un gran legado para dejar a la siguiente", sostiene el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans.

Una vez que el reglamento se publique en el Diario Oficial de la UE en las próximas semanas (tras la ratificación formal en la Eurocámara y el Consejo), los operadores y comerciantes dispondrán de 18 meses para aplicar las nuevas reglas. Las pequeñas empresas dispondrán de un mayor periodo de adaptación.

La ley antideforestación establece normas obligatorias de diligencia debida para los operadores que comercialicen en la UE los seis productos básicos cubiertos. Tendrán que garantizar que no se han producido en tierras deforestadas o degradadas después del 31 de diciembre de 2020; y que han sido producidos de conformidad con la legislación del país de producción. Si se incumple alguno de estos dos requisitos, se prohibirá la comercialización de tales productos en el mercado de la UE.

Para garantizar la trazabilidad, los operadores deberán obtener las coordenadas geográficas de las parcelas donde se hayan producido los productos básicos que comercializan. Los Estados miembros tendrán acceso a estos datos a través de un sistema digital y serán los responsables de garantizar que se cumpla la ley, incluyendo mediante un sistema de inspecciones.

Una vez entre en vigor el reglamento, Bruselas establecerá un ranking de países extracomunitarios según el riesgo de deforestación (bajo, estándar o alto). La proporción de controles a los operadores depende de este semáforo: 9 % para alto riesgo, 3% para riesgo estándar y 1% para bajo riesgo. Para los países de alto riesgo, los Estados miembros también tendrán que controlar el 9% de los volúmenes totales.

Las sanciones por incumplimiento serán "proporcionadas" y "disuasorias". El importe máximo de la multa se fija en al menos el 4% de la facturación anual total en la UE del operador o comerciante que no cumpla la legislación.

El nuevo reglamento ha sido acogido con satisfacción por las organizaciones ecologistas, que aunque se quejan de que aún tiene muchos agujeros, admite que se trata de un importante salgo adelante.

"Hemos hecho historia con esta primera ley mundial contra la deforestación. Al ser un importante bloque comercial, la UE no solo cambia las reglas del juego para el consumo dentro de sus fronteras, sino que también creará un gran incentivo para que otros países que fomentan la deforestación cambien sus políticas. La ley no es perfecta pero incluye elementos fuertes”, sostiene WWF.

Fuente: EL ESPAÑOL