Adaptación de las empresas al cambio climático, ¡se hace mejor en comunidad!

Por Maria Alejandra Gonzalez-Perez

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Cada vez es más visible el papel de las empresas en asumir el cambio climático y en fomentar la acción climática.  Sin embargo, poco se ha explorado sobre la relación entre la estrategia y las respuestas a los desafíos del cambio climático. Es decir, sobre las opciones estratégicas que llevarían a la adaptación climática de las empresas o al reajuste continuo de los procesos estructurales de una empresa a las condiciones cambiantes del clima.

Cuando hablamos de adaptación nos referimos, por ejemplo, a la capacidad de una empresa para continuar con sus operaciones y cumplir con sus objetivos, pese a los retos que trae consigo el cambio climático.

Quienes han investigado está relación lo hacen principalmente enfocándose en las capacidades organizacionales que permiten a las empresas adaptarse. La investigadora Laura Canevari-Luzardo, de King’s College de Londres, explica que algunas de esas capacidades son, por ejemplo, la facultad de acceder a información en soluciones viables, la conciencia sobre los asuntos relacionados con el cambio climático, y los recursos internos para llevar a cabo acciones de adaptación.

Sin embargo, además de las capacidades internas de las empresas para potencialmente adaptarse al cambio climático, están las redes empresariales, relaciones y las alianzas de las que hace parte la empresa, que juegan un papel decisivo en el comportamiento adaptativo. Es decir, las empresas no se adaptan de manera aislada, sino que lo hacen en el contexto de las interconexiones, interacciones e interdependencias. De alguna manera, ninguna empresa es una isla entera por sí misma.

Las comunidades de práctica y redes empresariales no solamente facilitan los intercambios de información e iniciativas, sino que también aceleran la innovación, disminuyen las incertidumbres, promueven la co-creación de conocimiento y capacidades, se influencian entre si, y de esta manera aportan a la adaptación.

En Colombia existen diferentes comunidades de práctica empresariales en asuntos relacionados con el desarrollo sostenible y las dimensiones social y ambiental de la sostenibilidad. Algunas de estas comunidades son, entre otras, la Red del Pacto Global, Generación consciente, y la alianza de acción colectiva de contribución al desarrollo sostenible en la que participan Bancolombia, Postobón, Grupo Éxito, Grupo Nutresa, Bavaria, Terpel, Ecopetrol, Enel, Movistar, ISA, Grupo Argos y Grupo Sura (con la participación de Socya y la Universidad Eafit).

Estas alianzas para la acción colectiva, redes empresariales y comunidades de práctica son instruméntales para el mutuo aprendizaje, la socialización de experiencias, para influenciar y ser influenciados sobre oportunidades (y restricciones), para identificar e implementar en conjunto estrategias de mitigación, compensación y el superar los retos que supone llegar a cero emisiones netas de emisiones de gases de efecto invernadero, y potencialmente desarrollar mecanismos y capacidades de adaptación colectiva al cambio climático.

Fuente: FORBES